En medio de la creciente preocupación por la rave ilegal que persiste en Fuente Álamo, Murcia, surge una polémica en torno al programa «Espejo Público» y su colaborador, Juan Soto Ivars. Este último ha generado controversia al defender abiertamente el consumo de drogas durante sus participaciones en el programa.
En declaraciones recientes, Soto Ivars admitió su participación en fiestas ilegales anteriores, justificándolas como una necesidad de los jóvenes que carecen de espacios para el ocio. Sus afirmaciones incluyen descripciones de la falta de higiene, la presencia de piojos y el consumo de drogas en estos eventos, suscitando preocupación entre sus compañeras del programa.
«Falta de higiene, piojos, acaban reventados, hay drogas. El carnaval tiene una función y esta gente se tira así unos días (…). Esas explosiones de júbilo, de enloquecimiento general, yo las veo como un sanísimo desatascamiento de las tuberías. A mí me parece bien que hagan eso», expresó Soto Ivars, desatando la indignación de algunos colaboradores.
Este respaldo aparente al consumo de drogas en contextos descontrolados y poco higiénicos plantea preocupaciones serias sobre el mensaje que un medio de comunicación como «Espejo Público» está transmitiendo a los jóvenes. La responsabilidad de los medios en temas tan sensibles como las drogas, que han devastado a muchas familias, debe ser cuidadosamente considerada.
Mientras la rave ilegal en Fuente Álamo continúa con estimados 8000 a 15000 asistentes, la controversia sobre las declaraciones de Soto Ivars arroja luz sobre la importancia de abordar con responsabilidad el papel de los medios de comunicación en la promoción de comportamientos perjudiciales, especialmente en el contexto actual donde la rave amenaza con extenderse hasta el día seis, generando descontento entre algunos vecinos y preocupación en otros sectores de la sociedad.