Amador Mohedano, conocido por ser el hermanísimo de la folclórica Rocío Jurado y exmarido de Rosa Benito, vuelve a acaparar titulares debido a un nuevo escándalo económico que amenaza con poner en subasta la finca en la que reside. Aunque durante años se dedicó a la representación, especialmente ligado al mundo artístico de su hermana Rocío, diversas críticas han apuntado a supuestas malas artes en su carrera profesional.
Defender los intereses de «La Más Grande» no era una tarea sencilla, y en el cambiante panorama de la representación, cada vez más orientado hacia el ámbito digital, Amador se vio envuelto en dificultades económicas. Recientemente, la noticia de que Hacienda estuvo a punto de subastar su residencia debido a una deuda de 247.000 euros ha sorprendido a muchos, y a otros no tanto.
Las dificultades económicas de Amador no son recientes y parecen haberse agravado tras su sonada separación de Rosa Benito, siendo esta una de las razones que contribuyó al final de su matrimonio en un enfrentamiento público en pleno prime time. Desde entonces, ha lidiado con altibajos emocionales, pero también se le ha visto recuperarse junto a diferentes novias por las calles de su querida Chipiona.
Recientemente, Amador declaró que su pensión de 850 euros era insuficiente para hacer frente a la deuda reclamada por Hacienda. Sin embargo, gracias a su gestor y tras reuniones con agentes de Hacienda, parece haber llegado a un acuerdo para aplazar el pago.
La finca que está en peligro de subasta es parte de la herencia que le dejó su hermana Rocío Jurado, lo que agrega un componente emocional a esta crisis financiera. Amador, en una intervención en el programa «Así es la vida», se mostró tranquilo al informar que la deuda se había aplazado. Con su característico sentido del humor andaluz, incluso bromeó sobre la posibilidad de que el programa tuviera que pagar lo que debe en su caché.
Tino Torrubiano, colaborador del programa, insinuó que Amador no había gestionado adecuadamente su patrimonio, sugiriendo que, en lugar de pagar impuestos, había invertido el dinero en la construcción de su actual residencia. A pesar de las revelaciones escabrosas sobre su vida, las intervenciones de Amador siempre terminan con bromas y con un especial buen rollo.
El programa «Así es la vida» se beneficiaría de la participación de Amador, ya que ha logrado mantener altos índices de audiencia, alcanzando un máximo histórico con un 10.6% de cuota y 1.013.000 espectadores en el mes de diciembre. Este nuevo capítulo en la vida de Amador Mohedano podría ser un imán para los televidentes y aumentar aún más la audiencia del programa.