Marieta se la juega a la organización
Marieta se la juega a la organización al poco tiempo de llegar a la isla. Sabíamos que Marieta iba a dar juego como concursante de Supervivientes, pero no sabíamos que sería tan rápido. Y no nos referimos a sus fuertes enfrentamientos con Ángel Cristo, hijo de Bárbara Rey, sino a las recientes acusaciones que la declaran la culpable de las filtraciones de información dentro del reality.
El presentador, Jorge Javier, fue claro desde el principio: Marieta debía comprometerse a mantener en secreto la presencia de Laura y Kiko en el concurso. Sin embargo, las cosas cambiaron de rumbo cuando Laura Matamoros confrontó a Miri con información que parecía provenir de Marieta. Las palabras de Laura, dirigidas a Miri, dejaron a todos atónitos y plantearon serias dudas sobre la integridad del juego: «Miri ya lo sabías porque te lo había dicho Marieta. Que sí, que lo sabemos muy bien. Las cosas a la cara».
La polémica estalló cuando Blanca Manchón, concursante en ese momento, afirmó tener «algo de información» proveniente de Marieta. Esta declaración desató un enfrentamiento entre las participantes, con Marieta defendiéndose acaloradamente. «Blanca está resabiada perdida porque he llegado y la he tirado. Entonces, sinceramente, no me sorprende porque tiene una manía a Miri y a mí que no puede con ella», argumentó Marieta en su defensa.
¿Cómo se tomó Marieta las graves acusaciones?
La pregunta que todos tenían en mente encontró su camino hasta el plató: «¿Se ha chivado Marieta?», preguntó la presentadora. La respuesta de Marieta fue dubitativa, con un visible nerviosismo que alimentó las sospechas. Aunque negó rotundamente haber filtrado información, su actitud no logró disipar las dudas. Por el contrario, Laura Matamoros insistía en que Marieta, quien tenía conocimiento de la presencia de Laura y Kiko antes de su llegada al concurso, había traicionado la confianza depositada en ella.
Las redes sociales se incendiaron con la noticia, y los seguidores del programa exigieron consecuencias. Muchos compararon el caso de Marieta con la reciente penalización a Mario por infringir las reglas del juego. La indignación era palpable, y la exigencia de sanciones para aquellos concursantes que no respetaban las normas se hace cada vez más fuerte.